Liderados por Estados Unidos, 136 países se juntaron para crear un “Impuesto Mínimo Global” del 15% a las multinacionales.

Lo más triste de todo es que es Estados Unidos quien está detrás de la propuesta y quien presionó a los demás países a suscribirse al acuerdo.

Estados Unidos pasó de liderar a los países a un mundo más libre, a convertir este mundo en un lugar menos libre. Estados Unidos pasó a ser un ejemplo de gobierno limitado, libertad, derechos individuales, a convertirse en un gobierno a favor de altos impuestos, máximas regulaciones, estricta vigilancia y altas barreras comerciales.

La Unión Soviética fue la encargada de promover el estatismo y la tiranía durante el siglo XX. Estados Unidos, con esta propuesta, al parecer está dejando claro que quiere ser el país que lidere al mundo hacia el camino oscuro del colectivismo (en cualquiera de sus formas) del que pensamos nos habíamos librado con la caída del muro de Berlín.

Después de todo, una buena forma de saber qué tan libre eres realmente es haciéndote esta pregunta:

¿Cuánto conservas de lo que ganas?

Más impuestos = menos libertad.

Recuerda que, durante el feudalismo, lo que hacia que los siervos fueron considerados esclavos era el hecho de que tenían que pagar un 25% de su trabajo al señor feudal. ¡Solo 25%! No sabían lo afortunados que eran. Hoy en día, una vez se suman todas las deducciones a la nómina y todos los impuestos, incluyendo aranceles e IVA (que son impuestos pagados por los consumidores con cada compra), las personas están pagando hasta un 50% de impuestos sobre sus ingresos al gobierno.

Después de todo, ¿qué es la esclavitud? La esclavitud es cuando alguien más tiene derecho a los frutos de tu trabajo. Bueno, ¿no es ese el concepto detrás del impuesto sobre la renta? El gobierno nos considera inferiores a los siervos, porque a diferencia de ellos, las tasas de impuestos hoy en día son muy superiores a las tasas que cobraba el señor feudal a sus siervos. Y no solo tenemos impuesto sobre la renta, sino IVA, aranceles, impuesto a la herencia, impuesto a las corporaciones, impuesto sobre la propiedad, impuesto sobre los vehículos, etc.

Los Padres Fundadores deben estar revolcándose en su tumba. Después de todo, ¡el impuesto sobre la renta fue inconstitucional en Estados Unidos por más de 100 años hasta 1913! La historia de las colonias estadounidenses es básicamente una historia de personas autosuficientes que se alzaban en armas cada cierto tiempo para oponerse a los impuestos de la corona. Los impuestos que inspiraron la revolución estadounidense eran minúsculos si se comparan con los impuestos en la actualidad. De hecho, el Rey Jorge parece un tipo muy razonable y sensible si se le compara con el gobierno federal de los últimos tiempos. Los fundadores no se imaginaron un país en donde las personas renunciaran a su propiedad y a sus libertades pagando al gobierno un impuesto sobre la renta. El gobierno de Estados Unidos únicamente podía usar aranceles o pequeños impuestos al consumo para financiar sus pequeños gastos. Esa era la forma que los fundadores querían que el gobierno usara para recaudar dinero.

Lo más irónico de todo es que los estadounidenses eran mucho más libres cuando eran una colonia de Inglaterra y no podían votar, que ahora que son una nación independiente y pueden votar. Las tasas de impuestos pagadas en esa época versus las tasas de impuestos pagadas en la actualidad confirman esto. Y no eres libre solo porque puedes votar por un nuevo tirano cada cuatro años. Es como decir que un esclavo es libre porque se le permite hacer lo que quiera, incluso votar, excepto conservar los frutos de su trabajo.

Hablemos un poco sobre el impuesto corporativo que 136 países acabaron de fijar de forma despótica en un 15%.

Antes que nada, lo primero que hay que entender es que el impuesto justo a las corporaciones debería ser del 0%. Piénsalo por un momento. Una corporación es una abstracción. No existe en realidad. Lo que si existen son accionistas, que se asocian para ganar dinero; empleados, que aceptan trabajar para ellos; y clientes, que compran sus productos. Por lo tanto, una corporación realmente no paga impuestos. Son los accionistas quienes sufren las consecuencias cuando pagan impuestos, los empleados cuando pierden sus empleos debido a impuestos más altos, los clientes cuando pagan precios más altos debido a un aumento en los impuestos, o una combinación de los grupos anteriores. Y cuando se habla de los accionistas de las corporaciones, muchos piensan en millonarios sentados en sus mansiones recolectando cheques por dividendos, pero esto es falso. Ese porcentaje de accionistas es un 1%. La gran mayoría de accionistas son personas trabajadoras, que son accionistas de diferentes negocios debido a que invierten en fondos de pensión que a la vez invierten en estos negocios. Así que al aumentar los impuestos corporativos, estamos perjudicando principalmente a los pequeños inversores, quienes tienen poca educación financiera y poco dinero para pagar abogados y contadores y buscar formas de reducir sus impuestos. Los pequeños inversores tienen pocas formas de defenderse de los altos impuestos.

Por lo tanto, si vamos a cometer el error (y la injusticia) de cobrar un impuesto sobre la renta, ¿por qué aplicar este perverso impuesto a las corporaciones en lugar de cobrarlo únicamente a los accionistas? Eso tiene al menos un poco más de sentido. Piensa en lo que está pasando actualmente. En muchos casos, tenemos una doble tributación: las empresas pagan impuestos sobre sus ganancias (el impuesto corporativo), y los accionistas pagan impuestos sobre sus dividendos (el impuesto sobre la renta), ¡pero se trata del mismo dinero que está siendo gravado dos veces! ¿Realmente te parece justo que el mismo grupo de personas pague dos veces impuestos sobre el mismo dinero?

No existe nada de justo con el impuesto corporativo. Las corporaciones, aquellas que más benefician a la sociedad contratando personas, creando productos y servicios, innovando, tomando riesgos y creando riqueza, están siendo atacadas por todos los miembros de la sociedad. ¿Acaso las personas no saben cómo es una sociedad que no tiene corporaciones? ¿No han visto a Venezuela? ¿Cuba? ¿Corea del Norte? ¿La Unión Soviética? ¿La China de Mao? Las corporaciones (al menos aquellas que operan en el libre mercado y no reciben ningún tipo de ayuda del gobierno) son las responsables de que la persona promedio en la actualidad viva mejor que los reyes de hace 400 años.

Volviendo a la noticia del impuesto mínimo global, el problema con todo esto que muchos al parecer todavía no han comprendido es que el impuesto mínimo global del 15% que fue aceptado será temporal. Ahora que Estados Unidos convenció al mundo de aceptar este concepto y de suscribirse a este acuerdo, va a comenzar a trabajar para subir la tasa. “Un 15% es muy bajo. Subamos la tasa a un 18%”. “¿Por qué limitarnos a fijar únicamente un impuesto corporativo? Fijemos también un IVA mínimo global y un impuesto sobre la renta personal mínimo global”. Cuando se trata de meter sus manos en los bolsillos de las personas, nadie es tan creativo como el gobierno.

Para terminar, quiero que te imagines por un momento el siguiente escenario. Imagina que te dijera que un montón de corporaciones van a conspirar entre ellas para fijar los precios, y van a establecer un precio mínimo para sus productos o servicios y no van a bajarlo por nada del mundo. Todos estarían en contra de eso, ¿cierto? Ya puedo imaginarme el enojo de los medios, de los intelectuales universitarios, de los sindicatos y de los grupos progresistas-marxistas. Todos comenzarían a atacar al capitalismo. Y de hecho, el gobierno iría tras estas empresas y les diría que están violando las leyes antimonopolio, porque casi todos los gobiernos, especialmente el gobierno de Estados Unidos, tiene leyes en contra de los carteles que se reúnen para fijar precios mínimos. Las empresas no pueden eliminar la competencia conspirando entre sí (a pesar de que no hay evidencia solida de que esto alguna vez haya ocurrido en la práctica por un periodo considerable de tiempo) porque el gobierno dice que la competencia es muy importante, que las empresas compitiendo entre si es algo fundamental para la economía, para el consumidor y para la sociedad en su conjunto. ¡Pero eso es exactamente lo que estos 136 países están haciendo al establecer este nuevo impuesto mínimo corporativo! Están conspirando entre sí. Básicamente están formando un cartel gigantesco, y están diciendo que este es el precio mínimo para los impuestos corporativos (15%).

Antes de este acuerdo, todos los gobiernos competían entre si usando tasas de impuestos atractivas para atraer capital extranjero y multinacionales. Esta competencia era buena, ya que favorecía no solo a las empresas locales sino a los ciudadanos al mantener los impuestos en niveles competitivos. Bueno, con esta nueva propuesta, los gobiernos básicamente están diciendo que no quieren competencia, que quieren cobrar impuestos altos y que no quieren que las empresas tengan escapatoria alguna.

Si alguien tan siquiera intentara hacer esto en el sector privado, sería acusado, perseguido, enjuiciado, multado y encarcelado. La sociedad lo etiquetaría como alguien malvado, egoísta y peligroso. Pero aquí tenemos a estos 136 gobiernos codiciosos, con ganas de tomar el dinero de otras personas, haciendo exactamente lo mismo que les prohíben a las empresas hacer, ¡y todos dicen que es una excelente idea!

La izquierda está demostrando su hipocresía al favorecer los carteles y monopolios en el gobierno pero al oponerse a ellos en el sector privado.

Los 136 países que se juntaron para crear un impuesto mínimo global deben ser vistos por lo que son: un cartel de gobiernos que están institucionalizando a nivel global su negocio de pandillaje y robo legalizado, y es poco lo que las personas pueden hacer para proteger el dinero que ganaron porque estos gobiernos tienen el monopolio exclusivo sobre la fuerza, la coerción y la invasión de los derechos de propiedad.